martes, 14 de octubre de 2014

Serie de cuentos para niños III: Los Tres Cerditos

Serie de cuentos para niños III: Los Tres Cerditos

Serie de cuentos para niños III: Los Tres Cerditos
Serie de cuentos para niños III: Los Tres Cerditos
Había una vez tres cerditos que vivían en una pequeña casita con sus padres pero, a medida que iban creciendo, parecía que la casa se quedaba cada vez más pequeña para acogerlos a todos.
-¡No tenemos suficiente sitio! -exclamó un día su madre – ¡debéis marcharos y buscaros la vida por vuestra cuenta!
– Yo me construiré una casa para mí solito – dijo el primer cerdito
– ¡Y yo! – dijo el segundo
– ¡Y yo también! – dijo el tercero
El primero se construyó una casa de paja, el segundo lo hizo con estacas de madera y el tercero la construyó de piedra. Éste tardó mucho más que sus hermanos, pero resultaba más acogedora y confortable que la de estos.
– Un día, poco tiempo después de haber terminado la casa de paja el primer cerdito, oyó que llamaban a la puerta.
– ¡Cerdito, cerdito! por favor déjame entrar – dijo un enorme lobo negro, que quería comerse unas sabrosas chuletas de cerdo para el desayuno.
– No, no, ¡ni hablar!- dijo el cerdito, echando el cerrojo a la puerta de su casa de paja.
– ¡Entonces soplaré y soplaré y la tu casita derribaré! – gruñó el lobo.
Así que tomó aire e hizo exactamente eso, soplar con todas sus fuerzas, haciendo que la casita de paja volara por los aires como si nada, haciendo que el primer cerdito saliera corriendo y chillando a casa del segundo cerdito.
El lobo le siguió hasta la casa de estacas de madera y volvió  a llamar a la puerta.
– Cerditos, cerditos, por favor, dejadme entrar – dijo el lobo pensando el jugoso trozo de tocino que le esperaba en el interior.
– No, no ¡ni hablar! – respondió el segundo cerdito, echando el cerrojo a la puerta.
– ¡Entonces soplaré y soplaré y la tu casita derribaré! – gruñó el lobo otra vez.
Y volvió a tomar aire y sopló con todas sus fuerzas. La casita de estacas salió volando por los aires como si fuera un vulgar fuego de artificio, haciendo que los dos hermanitos cerditos salieran corriendo hasta la casa de piedra que había construído su hermano.
El lobo les siguió y cuando alcanzó la casa de piedra del tercer cerdito gritó: – Cerditos, cerditos por favor, dejadme entrar – dijo mientras pensaba en los sabrosos jamones que le esperaban al otro lado de la puerta.
– No, no ¡ni hablar! – le contestó el tercer cerdito que echó el cerrojo a la gran puerta de roble que había puesto en su casa de piedra.
El lobo comenzó a reírse y les gritó: – ¡Entonces soplaré y soplaré y la tu casita derribaré!
Y así fue como el lobo tomó aire y comenzó a soplar, y sopló y sopló, pero por más que soplaba no consiguió mover ni una sola piedra de la casita.
– Caramba con este cerdito, qué casa tan resistente ha construído- gruñó el hambriento lobo- pero hay más formas de entrar que derribándola.
Así que buscó una escalera y subió hasta el tejado de la casita. No podía dejar de pensar: “tres cerditos para cenar, uhmm, qué ricos!!”. Y empezó a bajar por la chimenea.
Los tres cerditos oyeron las uñas del lobo arañando las paredes.
– ¡Dios mío! – gritaron el primer y segundo cerdito – ¿Qué vamos a hacer?
Pero el tercer cerdito estaba ocupado preparando la sopa en una olla sobre el fuego. Avivó el fuego y esperó tranquilamente a que empezara el borboteo de la sopa al hervir.
Cuando el lobo bajó por la chimenea ¡PLAF! cayó dentro de la olla hirviendo. Se oyó un grito muy fuerte: fue el final del malvado lobo feroz.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

La Importancia de la Música para los Niños

La Importancia de la Música para los Niños


En las últimas décadas, la comunidad científica ha mostrado gran interés por investigar los efectos beneficiosos de la música en bebés y en niños. Lainiciación musical puede iniciarse en la propia casa. Los niños pueden aprender sonidos y ritmos simplemente si escuchan canciones infantiles o los padres dan palmas mientras suena la canción.
Entonar canciones a los bebés y escuchar música con ellos, además de producir cambios a nivel fisiológico, desarrolla un fuerte vínculo afectivo, que estimula su inteligencia emocional. Asimismo, a nivel psicológico, despierta, estimula y desarrolla emociones y sentimientos.
Los estudios reflejan que la música favorece la capacidad de los niños para la atención y la concentración, potenciando así su rendimiento en el colegio. La música estimula la memoria, el análisis, la síntesis y el razonamiento, y por lo tanto, el aprendizaje.
Beneficios de aprender música desde niños
A los niños y bebés no se les debe limitar a escuchar exclusivamente canciones de cuna, porque también tienen capacidad para disfrutar y recordar música clásica. Escuchar distintos tipos de música, les ayudará a aprenderla, a reconocerla y a disfrutarla.
En general, se recomiendan canciones de letras sencillas y repetitivas que incluyan onomatopeyas y canciones infantiles para bailar. Sin embargo, no es conveniente restringir el acceso a la música al niño, está comprobado que los bebés y los niños son muy receptivos a música clásica de fácil estructura y de corta duración.
Puedes cantar al bebé, dar palmadas en sus manos o enseñarle cómo puede dar el también palmadas. Esto le ayudará a aprender los ritmos y la diferente cadencia de la música. El niño ha de entender que la música es una fuente de diversión.
La educación musical temprana, que comienza en niños de 2 a 5 años, tiene como objetivo el descubrimiento y desarrollo de las capacidades expresivas, musicales y psicomotoras del niño, que permitan posteriormente la elección de un instrumento musical, según sus preferencias y aptitudes.
En la mayor parte de escuelas de música, los niños comienzan desde edades tempranas con la iniciación musical. Aprenden a hacer ritmos con la voz o con partes del cuerpo, aprenden cuándo una nota es alta o baja y, aprenden a escribir o a reconocer las notas musicales mediante juegos.
De una forma general, los profesores de música para niños trabajan con:
– El desarrollo de la voz
– El contacto con las fuentes sonoras a través de materiales diversos: objetos e instrumentos.
– El reconocimiento y la representación del sonido respecto a su duración, intensidad, altura, timbre, etc.
– El desarrollo de la percepción auditiva
– La utilización del movimiento como medio de expresión y sensibilización motriz, visual y auditiva, para conocer el propio cuerpo, desarrollar el sentido rítmico y fomentar las relaciones sociales.
A partir de los 6 años, en la mayor parte de las escuelas de música suelen pasar de la iniciación musical a la formación musical en la que el niño toma contacto con el instrumento musical.